domingo, 18 de junio de 2006

EPISODIO 34. QUÉ FORMA DE CONDUCIR...

Con tonterías tales como esta nacieron las Crónicas de FJ...

CRÓNICAS DE UNA NOCHE DISTINTA EN LA CASA DEL COLEGA: SEA NEED FOR SPEED UNDERGROUND UN JUEGO PERTENECIENTE A LAS CARRERAS, Y SEA 2 LA PARTE DEL JUEGO...


Con uno de esos juegos de carreras donde estamparte contra una farola a 230 km/h es lo de menos, sigues vivo, lo que cuenta es ganar a toda costa y no importa de qué manera...

Y dice el teorema: “Sea Need For Speed una saga de Juegos de Carreras. Sea Underground la base canónica del juego. Sea 2 el vector de la base canónica perteneciente al juego. Diremos que Need For Speed es Underground 2 si y sólo si es un juego de carreras donde a) todos te empujan a la cuneta, b) te chocas a 230 km/h con un taxi que viene de frente y a ti no te pasa nada, c) tienes que ganar por narices y d) puedes maquearte los coches según tu gusto siendo la condición necesaria y suficiente para hacer esto, tener cuartos en la saca(y un buen ordenador que te soporte los gráficos). Se demuestra fácilmente por inducción”. ¡Tócate las narices...!
¡¡Esto es pa verlo y no creerlo!! Dicen que los conductores insultan a otros, pero cuando estás viciado al NFS Underground 2 sueltas cada barbaridad... ¡cerdo, gilip(......), me quería hincar el hij(...)!, cosas que dice aquí el amigo José, o Vegeku según se mire... que según dice no pasa de la segunda posición. Esto en carreras normales estaría bien, pero siendo cuatro tíos, en un circuito más estrecho que un pasillo de su casa y demás, pues ya te cuento. Acaba de llamar c(censurado)n a uno y lo ha mandao a la mierda. Pero tontolaba, cállate ya porque los pilotos del juego no te oyen, hombre. Le ha dado ya de tortas al coche, un Peugeot 206 maqueado, tuneado y como nuevo. Eso sí, el coche no tiene un rasguño. Es lo bueno de estos juegos, vas a doscientos cuarenta y dos, te chocas de frente contra el camión de la Cadena SER y no te pasa nada. Y pongo la piña contra el camión de la Cadena SER por lo que la pongo, está claro. Pues bueno, digo, este tío no gana ni de coña esta carrera. Normal, si va pegándose leches con todo lo que pilla. En directo ahora mismo va primero, son las diez y media. Le han adelantado ahora en una curva y lo han dejado tercero “por culpa del asqueroso ese”, al que ha estampado y le ha dicho “Jódete subnormal” (palabras suyas textuales. Yo no pongo esas cosas en esta crónica tan fina). Y digo yo, ¿Carlos Sainz lo haría mejor? ¿Fernando Alonso permitiría que le trataran así? Estas carreras son prácticamente imposibles, con estos circuitos llenos de polvo que tapan la carretera, con esos que dicen ser pilotos que te empujan contra la cuneta y con siete curvas seguidas de 180 grados, de esas que tú tienes que tomar a ochenta y los demás ni frenan. Acaba de terminar cuarto, que en Fórmula 1 está de fábula, pero en estas carreras, ser cuarto es ser último, aparte de quedarse fuera del podium.

Se supone que yo estaba aquí para probar el cable de red, pero nada, arroz con leche y margaritas pa los cerdos, que diría mi profesor de electrotecnia en 2º de bachillerato, el tío sigue dándole al Peugeot contra las vallas y las paredes, y el coche sigue sin una abolladura. Y el tío es perseverante, vuelve a correr de nuevo. Como esto siga así, la carrera esta le va a quedar para Septiembre del año que viene (y estamos a Diciembre de 2004, que conste). Es normal que no le dejen pasar, porque es una carrera. Dice que no hay manera de quedarse primero porque ha vuelto a quedarse segundo. No está mal, pero hasta Michael Schumacher lo haría mejor. Está llamando de todo a los tíos esos. Vuelta rápida ahora, 30’75, marca José, mientras un tío llamado Corey que lleva un coche rojo va el primero y cada vez se va más adelante. Ahora son 4 segundos y pico ya. Y yo, mientras, aquí, aguantando los golpes que va dándole al coche. Si la policía lo viera, primero, lo detenía por ir deprisa de más, segundo por correr carreras de esa forma, tercero, le haría la alcoholemia y cuarto no le dejarían sacarse el carné de conducir. Intentaré yo sacarlo del lío, como siempre...

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Después de un pequeño rato, ya estoy aquí de nuevo, a las once menos diez. Acabo de ganar la carrera que este hombre no podía ganar... Es que la calidad se nota, yo después de dos intentos, consigo un segundo y un primer puesto, y él no gana ni aunque le paguen. Seguramente será que yo de coches entiendo (por lo menos entiendo de coches más que entender las cosas extrañísimas que hace ZP), y de que de tanto mirar el circuito de las veces que lo ha intentado, pues me lo he aprendido de memoria, y todo eso. Nada, un par de acelerones al salir de las curvas y el Corey ese del coche rojo se ha quedado ahí atrás; me hubiera dado tiempo de ir al bar a tomarme una coca cola mientras el tío ese intentaba alcanzarme... nada, esto es mayormente la crónica del día 4 de diciembre, una noche bastante fría que amenaza lluvia (eso sí, aquí en Murcia las calles no saben lo que es el agua, aunque ZP sigue empeñado en no hacer el trasvase y todo por hacer la puñeta al PP).
Lo que de verdad me gusta de este juego son los mensajes que aparecen antes de las carreras, y a continuación reproduzco uno algo exageradamente:
“Qué pasa tío, ¿sabes?, tu pasta me vendría bien para comprarme un buga nuevo, y tengo a dos más preparados para contribuir a la causa. Si te apuntas te aseguro que no te humillaré demasiado”, o tal vez otro que diga:
“¿De verdad pretendes ganarnos con esa chatarra? No creo que llegue a la línea de salida, así que mejor ni hablar de la meta. Cuando gane prepararé un reloj de sol para calcular los tiempos de esa chatarra... pero dime una cosa, el payaso al que le mangaste el buga, ¿todavía no sabe que se lo ha robado?”
Cosa a la que yo, tras ganar la carrera, contestaría:
“Menos mal que yo llevaba una chatarra, muchacho, porque si lo mío era una chatarra y te he ganado con esta bañera, como la llamaste, eso es que debes ser malo, malo, pero malo de narices, o que igual la chatarra es la tuya en vez de la mía. Cuando quieras que te den otra paliza semejante me llamas, ¿OK?”.

Unas cosas más para terminar de explicar completamente el significado de este maravilloso teorema que hemos visto en el encabezamiento de página: ¿por qué hay tráfico? Y lo peor no es que haya tráfico, es que te sale un camión de ciento veinte toneladas sin hacer el ceda el paso y tú que vas bien, por tu carril, sin darte contra ninguno, eso sí, a doscientos por las calles de Bayview, que así se llama la ciudad, pues te das la torta contra el camión. Corrijo la pregunta, pues: ¿por qué el tráfico que hay no cumple las normas de seguridad vial? ¿Por qué hay tíos por ahí que circulan por el carril izquierdo dándose de narices contra un taxi conducido por un taxista (no va a ser un pizzero) que llevaba a dos hombres a una cena de negocios y que van a acabar en el hospital central? Estas cuestiones extrañísimas se quedan sin respuesta. Preguntad a EA Games® si queréis saberlo porque lo que es saberlo yo, ni idea, vamos.

En fin, dejémoslo aquí porque se hace un poco tarde. Así que me voy antes de que ocurra una catástrofe con los coches estos que circulan por la autovía a doscientos ochenta y tres...

Suerte del nuevo carnet por puntos, del que haré un breve resumen muy pronto.
FJ.