DISCURSO DEL REY, 2006. EL EPÍLOGO.
No sé quién lo redactó. Pero yo solo sé que en el discurso que yo elaboré en su día no di ni una.
Fue un discurso soso, con demasiado autobombo hacia España, como si todos aquí fuéramos unos santos y los más buenos del mundo.
Ni siquiera en el País de las Maravillas de Alicia Lewis Carroll habló de tantos portentos y tantos milagros juntos. Ahora, que si el autobombo fuera lo que tira del carro de “una gran nación” como es España, seríamos la primera potencia del mundo. Qué digo del mundo, ¡de la galaxia, o incluso del Universo entero!
Si bien cabe destacar que salió al lado de un belén, la figura cristiana católica por excelencia, esto es algo completamente irrelevante. Ni una palabra ni un solo gesto para criticar a todos aquellos que quieren quitar del mapa los belenes y los símbolos católicos. Porque Jesús llegó al mundo anoche y los hay que quieren quitarlo de en medio como si de una porquería se tratara. A todos esos, el Rey no hizo ni una sola mención.
Pero pasemos a las críticas y dejemos a un lado los belenes. Ya tenemos bastante con eso de la Alianza de Civilizaciones, Jesucristo el malo y Mahoma el bueno.
“Al prepararnos para el Año Nuevo, debemos tomar conciencia de lo mucho que juntos hemos avanzado en las últimas décadas y del enorme potencial que, trabajando unidos, España encierra para nuestro futuro”
Pues bien empezamos. No pienso hacer ninguna valoración sobre esta frasecilla que se delata por sí misma. ¿Qué potencial tiene España hoy día? ¡Si se ríen de nosotros hasta en Senegal!
“…mi apelación a las instituciones y los partidos del arco constitucional, para que contribuyan, mediante el más amplio consenso y el apoyo del conjunto de la sociedad, a asegurar la mejor solución a las principales preocupaciones de los ciudadanos, siempre en el marco de nuestra Constitución”.
¿Constitución? ¿Qué Constitución ni qué ocho cuartos, si se la están cargando cada dos por tres? Con tanto Estatuto de Autonomía vamos bien servidos de nacioncitas y de realidades nacionales y de chorradas. No hay respeto ninguno a la Constitución por parte del Gobierno, ni lo va a haber. Despertemos ya y volvamos a la realidad, que no estamos en La Historia Interminable.
Vamos con una perla que vale su peso en pirita, que no en oro.
“Nuestra Constitución nos ofrece un marco amplio y generoso que asegura la convivencia en libertad de todos los españoles, el pleno ejercicio de nuestros derechos y la pacífica defensa de cualquier opción política.Por ello, en democracia, la única respuesta a la extorsión, la coacción y la violencia es la que resulta de la primacía de la Ley y del Estado de Derecho”.
Sí, si puede ofrecer lo que te dé la real gana, Rey, pero eso de defender pacíficamente cualquier opción política, pues va a ser que no. No sé si queda alguien por enterarse todavía de lo que ocurre con la derecha en España. Los gritos de “facha”, “cavernario”, e incluso “estalinista” de los que algunos van haciendo gala por ahí, sólo se aplican a votantes del PP. Atrévete a decir que eres del PP. Saltarán sobre ti las hordas izquierdistas y empezarán a decirte de todo menos “guapo”.
Y en cuanto a lo de la extorsión y demás, la única respuesta es, efectivamente, ésa, ni más ni menos. Pero eso es pedirle naranjas al nogal. Eso es tal sandez y tal estupidez , con los tiempos que corren hoy en día, que no se lo cree nadie. En vez de tanto blablablá, su Majestad, vaya usted al próximo Consejo de Ministros y se lo explica a ZP, alto y claro, para que se entere. Y que se entere bien. Porque tanto hablar, tanto hablar, pero son casi la una de la tarde y seguimos negociando políticamente con ETA.
“Reforcemos la lucha contra la pobreza, la marginación o la exclusión social. Sigamos corrigiendo desigualdades, atendiendo en mayor medida a los discapacitados y amparando a quienes más lo necesitan. Un esfuerzo común, del que tenemos un buen ejemplo en la reciente aprobación por unanimidad de la Ley de Dependencia”.
Nada en especial que decir aquí. Vaya un aplauso para su Majestad por estas sabias palabras, que, a su vez, procuran una pequeña alabanza a esa ley sociata que, como todas, acabará en chapuzas domicilio dignas de Pepe Gotera y Otilio. Véase aquella ley contra la violencia entre parejas que viven juntas y un@ maltrata a la/el otr@.
“Por otra parte, nuestros éxitos económicos y sociales explican los flujos migratorios de tantos hombres y mujeres que se han instalado en España y contribuyen con su valioso esfuerzo a nuestro crecimiento. Un esfuerzo que merece reconocimiento y gratitud”.
¿Nuestros éxitos de quéeee? ¡Pero vamos a ver! ¡Si yo me entero de que en Francia reparten billetes de quinientos euros a pares, me voy a Francia, y no solamente yo, sino una caterva de ineptos como yo detrás de mí! Pues aquí es lo mismo, no hay éxito ninguno, su Majestad, NO HAY ÉXITO, hay una regularización masiva que pretende repartir billetes de 500 euros (o séase, papeles, si ustedes me entienden) a todo aquel inmigrante que venga. Y ahí va la cola, que si los ponemos a todos en fila nos llegan hasta París por lo menos. No hay éxito ninguno, y el reconocimiento y la gratitud que nos expresan desde sus países de origen es el que es: partirse de risa en nuestras mismísimas narices alegando problemas técnicos.
“Nuestro desarrollo sostenible requiere la más eficaz cooperación para proteger con mayor ahínco nuestros paisajes, bosques y costas, de brutales incendios y otras calamidades, asegurando que el desarrollo industrial y urbanístico responda al interés general”.
Eso, eso, menos corrupción y menos cuartos a la saca. Lo que me recuerda a Ciempozuelos y Telde, con otros simpáticos energúmenos.
“Tengo plena confianza en nuestro futuro, en el futuro de España, porque tengo confianza en todos los españoles, en los hombres y mujeres de cada uno de nuestros pueblos, ciudades y Comunidades Autónomas”.
Se te ha olvidado “naciones”… porque el Estatuto de Cataluña sigue diciendo que Cataluña es una nación.
Y esto es simplemente un pequeño apunte.
Ahora, comparen ustedes, oh amigos lectores, con el que puse en su día y con el que no he acertado ni una.
3 comentarios:
"AMBIGÜO" el discursito.
Tal vez, no haya sido un discurso "ENTREGADO" como unos vaticinaban ni tan "CRÍTICO" con el gobierno como muchos hubiesemos deseado.
Estos son los mimbres que maneja la Monarquía, en nuestro Ordenamiento Jurídico Constitucional; pero el cesto deja muchos huecos.
Ahora bien, esta Constitución con sus virtudes y sus carencias hoy no podría ser aprobada. Se están empeñando en desenterrar una falsa Historia con una falsa Memoria y un sectarismo que creiamos olvidado.
Apañados estamos.
El discurso lo redacta Su Majestad y lo envia a La Moncloa 1 mes antes. Asi que esta estupendo, para lo poco ue puede dar de sí.
Roma arde y Nerón tocando la lira.
El Borbón calla como puta disciplinada mientras los golpistas culminan su plan.
Lo único bueno del asunto es que le pasará como a su cuñado el griego.
Hablando de griego, que le den por saco. Mucho hacer negocio y mucha cobardía. Ese es el balance de su reinado.
!República Ya¡ Yo voto por adherirnos a las que sabemos que funcionan. Por ejemplo a USA. Quizá como un Puerto Rico II nos acepten, si Dios quire.
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