EPISODIO 55. DÍAS NEGROS LLEGARÁN...

Días hace que no escribo, cosa rara en mí, pero no cuando empieza el curso y tengo que estar de un lado para otro. Al margen de lo más nuevo de la OPA, al margen de los informes falsos o verdaderos del 11 M y sus doscientos muertos, al margen de lo que diga el señor Alcaraz, presidente de la AVT (al cual muchos insensibles de m.... desprecian por el mero hecho de no apoyar la independencia de las Vascongadas y la cesión de Navarra, y por la simpleza de que unos malnacidos hayan matado a algún familiar suyo y de tantísimas otras personas), al margen de que Europa haya ganado la Ryder a EEUU, y al margen de que Nadal y compañía ganen a Italia, digo yo que nos llegan días negros.

Nos esperan meses muy duros informativamente hablando. Lo digo porque ahora cada vez que pongáis los telediarios, amigos míos, os vais a encontrar con un cuento de hadas: chica periodista conoce a chico príncipe, se casan, chica periodista se convierte en princesa porque ella lo vale, como el champú ese que te deja el pelo reseco, y chico príncipe y chica princesa tienen una hija, LEO (¿Wyatt?, ¡NOoooR!, fistro de la pradera, pecadoorrr, que a Harry Póter le intentó mata el lord Condemor-en Jack- B-auer)

Bueno, después de este lamentable y deplorable juego de palabras baratos con el que más de uno se habrá partido de risa y algún otro estará deseando clavarme una estaca cual conde Drácula de Bram Stoker, digo ahora que la periodista esta se ha quedado embarazada (bueno, eso se dice, “se ha quedado embarazada”, ¡no sé cómo pero se ha quedado, qué cosas tiene la vida).

¿Y qué pasa? Pues que Leticia Ortiz espera su segundo hijo. Sí, porque Leticia se escribe con “c”. ¿Cómo que no? ¿Acaso poner Letizia no es lo mismo que poner Jabi, Gavriel, Jema, Harturo, Veatriz, Amtonio, Kristina, Holiber y Vengi, etcétera etcétera?
¡No fastidiemos con la ortografía que me enciendo!

Bueno, a lo que iba, que este segundo embarazo (¿no deseado?) traerá consigo días negros, aciagos, ruines y perversos para el Gobierno, que tendrá que cambiar la Constitución como nazca una niña. Pero bueno, si nace un niño y le llaman Pelallo (esto va por si aún te piensas que Leticia se escribe con Z, pues yo Pelayo lo pongo con “ll” porque me da la gana) no hay problema, pero como nazca otraaaa... aquí va a haber candela y de la buena. Porque como ya en su día se lió la que se lió con la Ley Sálica (que no Sádica) y la Pragmática Sanción, ahora ya no pueden reinar las mujeres en España, cosa malvada y discriminatoria.

Así que como este tema lo vais a oír laaaaaaaaargamente de aquí a Mayo en cada uno de los telediarios (es especial aquellos que no quieren hablar de política para ocultar lo que diga el PP, que empieza a cobrar sentido alarmantemente), yo me largo y os dejo, redirecionándoos a Liberales Irredentos, que seguro que allí habrá cosas dignas de ser mencionadas. No sé cuáles porque hace tres días que no cojo el Internete a fecha de hoy, martes 26, que escribo esto. ¿Pero te crees que me importa?

PD. Si eres un troll y quieres dejar un comentario, hazlo, ya hay muchos que lo hacen. Me hincho de orgullo cada vez que me insultáis. He llamado “periodista” a la Princesa de Asturias, de Aragón y de Castilla y de Viana y de la madre de todos los Santos de todos los Pueblos... ¡he recurrido al insulto una vez más!

PPD. Y sigo sabiendo, hoy aún más que nunca, lo que pasó antes del 11 de marzo. ¡Vale ya!