Episodio 81: La gran Crónica del Alto el Fuego y a lo que hemos llegado.

Una de bombazos.
Cinco pisos demolidos.
Dos desaparecidos (¿o mejor será decir “muertos”?).
Tres años sin víctimas mortales (cada vez que hablan sube el pan veinte duros).
Doscientos kilos de explosivo, como mínimo.
Quinientos, como máximo.
Ochocientos ya si te pones a lo bestia.
Una furgoneta robada.
Un tipo secuestrado.
Tres días metido en un zulo vete a saber dónde.
Cuatro terminales en el aeropuerto, la 4 con un aparcamiento hecho cisco.
Doce uvas que se tuvieron que comer los bomberos, los policías y vete a saber los que habría allí, para después seguir trabajando.
Incontables toneladas de escombros.
Como quinientos coches y a lo mejor me quedo corto hechos mierda, literalmente.
Nueve meses de alto el fuego.
Cinco manifestaciones de la AVT.
Como unas dos mil personas, grosso modo, calculables a ojímetro, en la calle, según los cavernícolas como Sopena, alias “no manipules”.
Doscientas cartas de extorsión, o más macho, o más.
Trescientas cincuenta pistolas robadas.
Un zulo por ahí en la espesura donde se guardaban “cosas”.

Treinta de diciembre, bum bum bum.

Y todas y cada una de estas cosas no tienen ni puñetera gracia.

Luego me viene el Sopena al monográfico de 59 segundos preguntando a Zaplana por el 11 M. Pero a ver, Sopena Penita Pena, ¿qué tendrá que ver el 11 M con el alto el fuego de ETA? ¿Quieres que te lo explique yo? Pues te hago el boceto a escala, Sopena. Esta es ETA: “Como no os sentéis a dialogar, ya sabéis que salimos y decimos lo del 11 M”. Y éste es el Gobierno ZP & Rubalcaba: “Vale, vale, pero no digáis nada que si no nos caemos con todo el equipo”.

Al margen de las conjeturas (porque eso es una conjetura que, si bien puede ser cierta, no tenemos pruebas ni hechos palpables de que así sea y aunque algunos las tuvieran no las iban a decir), los hechos son evidentes. Quien quiera ver que ETA no se rearma, es que es un imbécil, con todas las letras. Sería como empeñarse en que dos y dos son cinco, o que al baloncesto se juega con raquetas y al tenis con canastas.

Somos humanos y cometemos errores. Todos. Yo también; si no los cometiera (y no voy a ser tan arrogante como para venir yo ahora aquí y decir que soy míster perfect, porque es que va a ser que ni lo digo ni lo soy) sería de Kripton o de algún sitio de esos.

Lo que ya cuesta más a la gente es reconocer los errores. A mí no, yo cuando me equivoco lo digo. Un mal concierto, por ejemplo, que venga uno y me diga “Vaya un máquina que estás hecho” y yo conteste, “Quita, quita, pero que si me ve Albéniz me mata”.

Pues eso. El partidismo puro y duro. Soy sociata porque yo lo valgo. Como el champú de huevo ese para la caspa que sacan por la tele. No pueden rectificar. No quieren. “Venga ZP que lo estás haciendo bien”, dice el sociata, plenamente convencido de que el Movimiento Vasco este de Liberación según Aznar, que no según yo o según cualquier otro (Euskadi Ta Askatasuna, si es que traducir el euskera tiene que ser un palo, pues si no sabes vasco cállate hijo mío) no se rearma, plenamente convencido de dos dos y dos son cinco y la bomba en el aeropuerto os la hinco igual, hala, dos personas sepultadas y Santas Pascuas, una de uvas en la Moncloa y a tocar el cello. No el violón, sino el cello. O ya puestos, el violoncello, tó junto.

Y ZP animado por los ánimos, valga la redundancia, dice: “¿Lo hago bien? ¡Pues vamos p’alante como los de Alicante!”

“Tócate lo’wevo’, ZP”. ¿Cómo que tiremos “p’alante”? “Suspendemos todo diálogo”, dice. Y Astarloa a exigir el “final del proceso”. Y luego sale Rubalcaba diciendo: “¿Ustedes quieren que diga que el proceso está roto? Pues lo digo: el proceso está roto”.

Pero qué pillo eres, Rubalcaba, que eres tan pillo que ves un cigarro en una habitación y enseguida sabes que ha fumado alguien allí. Vamos a ver, no lo digas porque te piden que lo digas, compañero, dilo porque tú quieres decirlo y sabes que está bien decirlo.
Porque ahora yo no sé si lo ha dicho porque le han dicho que lo diga o si lo ha dicho porque ZP le ha dicho que Astarloa ha dicho que el PSOE tiene que decir que a ETA ya no le van a decir nada.

Pues a ver lo que dicen ahora. Porque Otegi dice que no se ha hecho nada, y el PSOE se escuda en eso. Pero es que hace poco Otegi dijo que el PP había hecho menos todavía que el PSOE ahora. Y el PSOE ataca al PP diciendo que no se qué del 98. Y llega Zaplana a 59’’ y dice, “Mireusté, Anzar autorizó los contactos para comprobar que ETA dejaba definitivamente las armas”.

Ni negociaciones ni leches.
No las dejó entonces.
No las va a dejar ahora.
Y como no se vuelva al Pacto Antiterrorista, vamos a tener el asunto muy fastidiado.

Lo digo yo.
Y lo dice cualquiera con dos dedos de frente.